Ésta era la pinta ayer del cielo de Vigo. Parecía una tormenta del infierno. Era humo. Un humo rojo que cubrió el cielo vigués en su totalidad.
Lo de este año es especialmente increíble. ¿Pero como puede haber tanto cabrón dispuesto a plantarle fuego a todo lo que se encuentra? ¿Pero es que esos malnacidos no se dan cuenta del daño que hacen? Hay que tener muy poca vergüenza. Pero que muy poca vergüenza para hacer algo así. Y a lo cobarde. ¿Pero cuánto loco hay por el mundo suelto? ¿De qué van? Es que no me entra en la cabeza que una persona pueda tirar premeditadamente una cerilla al monte para que se queme. Por ningún motivo en absoluto. Este tipo de gente da asco, de veras. Me repugna pensar que anden sueltas por ahí personas así, dispuestas a acabar con los recursos y la naturaleza. Es tristísimo y da mucha rabia ver cómo se quema todo alrededor de uno... A Guía, O Galiñeiro, A Madroa... Montes símbolo de Vigo ardiendo todo el santo día... Avionetas yendo y viniendo... Una y otra vez, y el fuego que sigue ahí... Y encima este viento, que no para y dificulta toda posible extinción...
Ojalá llueva bien a gusto todo lo que queda de verano, para que la mala calaña como los pirómanos no tengan donde jugar a su juego macabro. Y ojalá que los pillen y paguen cara su maldad.
Lo de este año es especialmente increíble. ¿Pero como puede haber tanto cabrón dispuesto a plantarle fuego a todo lo que se encuentra? ¿Pero es que esos malnacidos no se dan cuenta del daño que hacen? Hay que tener muy poca vergüenza. Pero que muy poca vergüenza para hacer algo así. Y a lo cobarde. ¿Pero cuánto loco hay por el mundo suelto? ¿De qué van? Es que no me entra en la cabeza que una persona pueda tirar premeditadamente una cerilla al monte para que se queme. Por ningún motivo en absoluto. Este tipo de gente da asco, de veras. Me repugna pensar que anden sueltas por ahí personas así, dispuestas a acabar con los recursos y la naturaleza. Es tristísimo y da mucha rabia ver cómo se quema todo alrededor de uno... A Guía, O Galiñeiro, A Madroa... Montes símbolo de Vigo ardiendo todo el santo día... Avionetas yendo y viniendo... Una y otra vez, y el fuego que sigue ahí... Y encima este viento, que no para y dificulta toda posible extinción...
Ojalá llueva bien a gusto todo lo que queda de verano, para que la mala calaña como los pirómanos no tengan donde jugar a su juego macabro. Y ojalá que los pillen y paguen cara su maldad.
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