Lo cierto es que, aunque en general me gustan todos los deportes (cada uno tiene su intríngulis) no es que sea yo un gran aficionado al ciclismo, aunque eso sí, para ver me gusta más el de pista que el de carretera.
Qué curioso, era llegar una olimpiada, y siempre me acordaba de este deportista, Joan Llaneras, que hoy se retira por todo lo alto, conquistando un torneo más (y ya van muchos). Tras ganar el Torneo de los Seis Días de Rotterdam, el público le dedicó una sonora ovación. El heptacampeón mundial y cuádruple medallista olímpico (2 oros) debe merecerla.
Y es que, a sus 39 años, este mallorquín, profesional de la bicicleta en pista ha marcado un antes y un después. Parece que muchos han copiado técnicas, entrenamientos y modificaciones en las bicicletas suyos. Quizá, a pesar de su increíble palmarés, su mayor logro haya sido crear escuela, ser una referencia para otros, sobre todo en un país en el que precisamente no se apoya demasiado deportes que no sean los tres o cuatro de siempre, aunque tal vez eso esté cambiando.
Ahora Llaneras quiere impulsar un velódromo de alto rendimiento en su tierra. Puede que una de las cosas de las que él no dispuso.
Se retira, en fin, y no hace falta ser un experto para verlo, uno de los mejores deportistas de todos los tiempos en este Estado. No es poco.
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