Tan simple como un globo que se hincha de más, al final te explota en las mismísimas narices. Así le ha pasado al sector inmobiliario español, y es un fiel reflejo de la manera de actuar de los avariciosos inversores en todo el mundo, que quieren un beneficio muy rápido, sin importar cómo y pasando por encima de quién, y se dedican a inflar el valor real de las cosas, hasta que todo revienta. Ni penita que me dan. Ojalá saquemos algo de beneficio de todo esto, pero lo dudo. En fin, tanto va el cántaro a la fuente...
- Noticia 20minutos.es
24 abr 2007
Tanto va el cantaro a la fuente...
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